"Jak spelar dik matt" se ha escrito en una cinta lingüística sobre los dos ajedrecistas de la iglesia de Täby. El juego ha terminado. La muerte ha ganado. El cuadro de Albertus Pictor es tanto un clásico por derecho propio como la gran fuente de inspiración para el encuentro entre el caballero Antonius Block y la Muerte en la película de Ingmar Bergman "El séptimo sello".
En la Edad Media, la capacidad de jugar al ajedrez se consideraba una de las siete "habilidades" que debía dominar un noble. Tenía que ser capaz de montar, nadar, poetizar, disparar un arco y una flecha, atrapar pájaros y jugar al ajedrez. La difusión del ajedrez por Europa se debió en gran medida a un monje del norte de Italia llamado Jacobus de Cessolis. Su libro "El juego del ajedrez" se convirtió en uno de los textos más leídos de la Baja Edad Media. Jacobus utilizó el ajedrez y las piezas como parábolas de diferentes estatus y profesiones, recopilando una gran cantidad de historias alegóricas que podían ser tanto edificantes como entretenidas. Resonaban en una sociedad en la que cada uno tenía su propio lugar y posición, como en un tablero de ajedrez.
En El Clásico, Måns Hirschfeldt nos lleva al desván del órgano de la iglesia de Täby, donde Albertus Pictor plasmó la lucha entre la vida y la muerte.