¨Mamá, cómo se le ocurrió empacarme una ruana en la maleta? Fue un show en el aeropuerto porque todo el mundo quería saber qué era eso. Además ocupó más de la mitad del espacio!!” Estas fueron las palabras de Alonso en una llamada que le hizo a su mamá desde el hotel en Groningen donde se hospedaba para comenzar a disputar el campeonato mundial juvenil (para menores de 20 años) en 1976. La tipica prenda llamo la atención, no solamente del personal de aduana, sino que incluso el español José Miguel Fraguela, quien se encontraba como entrenador del jugador español, le hizo una oferta a Zapata para comprarle la ruana, pero obviamente Alonso no podía volver a Colombia sin ese exótico atuendo.
Esta fue la primera salida internacional de Alonso. “A Groningen llegué completamente solo, sin ningún tipo de acompañante y mucho menos un entrenador. Cuando llegué al aeropuerto no tenía idea clara de cómo llegar al hotel. Era pleno invierno y estaba cayendo nieve. En esa época no había internet ni celulares ni ninguna de las ayudas tecnológicas de hoy y mi inglés era precario como para preguntar o averiguar cómo salir de allí. Afortunadamente una señora se apiado de mi, me regaló una bufanda y unos policías me indicaron cómo tomar el tren hacia el hotel. Prácticamente todos los jugadores latinos que disputamos el torneo llegamos solos. Nos soprendió ver cómo los jugadores europeos y el americano llegaron cada uno con su respectivo entrenador. Para mi representó una gran experiencia desde el punto de vista personal y ajedrecístico. Finalicé en un puesto intermedio de la tabla y prometí que me iba a preparar muchísimo mejor para la siguiente oportunidad y así lo hice durante el año siguiente”.
Insbruck es ciudad austriaca enclavada directamente en los Alpes y cuya fama se debe principalmente a la práctica de deportes de invierno. Esta pintoresca ciudad holandesa fue sede del siguiente campeonato mundial juvenil, en su versión16º, que se llevó a cabo en SepTembre de 1977. Zapata fue nuevamente el representante colombiano y tuvo allí una actuación descollante contabilizando 8.5 puntos de 13 posibles. Esto le significó lograr el subcampeonato mundial detrás de la estrella rusa Artur Yusupov, quien había llegado acompañado del famoso entrenador Mark Dvorestky. “En la última ronda jugué con el húngaro Atila Grozpeter; el resultado de tablas era suficiente para lograr el subcampeonato y en una posición superior le ofrecí el empate y él lo rechazó. Fui mejorando paulatinamente mi posición y quedé en posición muy ventajosa y ahora fue él quien me propuso las tablas, pero en posición ganadora preferí seguir jugando y finalmente gané”. Este subcampeonato mundial fue el primer gran triunfo internacional de Zapata y ese año fue nombrado deportissta del año en Colombia, por encima de importantes figuras del ciclismo y el boxeo, deportes mucho más tradicionales en el país que el ajedrez.
Para el campeonato mundial de Insbruck, el MI Boris de Greiff fue el acompañante de Zapata. “A este torneo llegué mucho mejor preparado. En esa época el tema de la preparación era muy diferente a como es ahora. No existian las bases de datos y, por lo tanto, era complicado prepararse contra los potenciales oponentes. Hice parte de lo que se conoció como la “generación del informador” y para estar al dia en teoría ajedrecísGca solo contábamos con la información de este libro que se editaba semestralmente y con la enciclopedia de aperturas. Llevaba siempre los últimos tres o cuatro informadores y la Enciclopedia en mi equipaje en todos los viajes que realizaba”.
Juego mi vida, cambio mi vida,
La llevo perdida
Sin remedio.
Y la juego, o la cambio por el más infantil espejismo,
La dono en usufructo, o la regalo…
O la trueco por una sonrisa y cuatro
Besos:
Todo, todo me da lo mismo:
Lo eximio y lo ruin, lo trivial, lo perfecto,
Lo malo…
Estos versos hacen parte del poema “Relato de Sergio Stepansky”, del poeta antioqueño León de Greiff, padre del MI Boris de Greiff. “Recuerdo que Boris recitaba mucho este poema y de tanto escucharlo terminé por aprendérmelo de memoria. Me aficioné mucho a la poesía de León de Greiff porque me encantaba y lo leía mucho. En la Universidad Nacional conocí a Otto de Greiff, tio de Boris, matemático y a quien también le encantaba jugar ajedrez, Jugué muchas partidas con él, pero más allá del placer de jugar, me encantaba su charla; era una persona erudita y hablar con él era un verdadero deleite. En esa época me aficioné también a los libros de aventuras y entre partida y partida sacaba tiempo para leer. Recuerdo mucho el libro “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas. Fue un libro que me acompañó mucho, especialmentecuando comencé a viajar a Cuba, era un libro que releía en las noches…”. En Cuba comprar libros era relativamente barato y Alonso aprovechó este hechopara comprar muchos tomos de literatura: “Leí mucho a Gogol, Tolstoi, Dovstoiesvsky, Hemingway, Jack London, etc. Hubo un relato que me encantó, “El Destino de un Hombre”, de Mikhail Sholojov”. También leí muchos libros de éxito y autoayuda. Estos últimos me sirvieron mucho para afianzar el convencimiento que el fracaso no era una opción para mi. (Tal parece que la poesía de León de Greiff no solo subyugó a Zapata. Otro gran ajedrecista colombiano, el MI Oscar Castro, también era amante de la poesía del gran poeta antioqueño. Solo que además él solía recitarlos con su fuerte voz de barítono y al calor de unos buenos vinos…)
Cuando llamo a Zapata por primera vez para recopilar detalles para esta semblanza, me contesta desde su automóvil. Va conduciendo, como en una jugada de torre por la columna H, desde Atlanta hacia Charlotte al norte, en el estado de Carolina del Norte. Charlotte es una histórica ciudad de unos 700,000 mil habitantes, que a la par que ha cobrado mucha importancia como centro financiero y energético, también lo está siendo por el ajedrez. Esta ciudad se ha convertido en una meca del ajedrez en la costa este de los Estados Unidos, organizando una gran canTdad de torneos en el mes para todos los niveles y categorías. Se ha convertido en la 2ª ciudad en importancia en el ajedrez después de San Louis en los Estados Unidos. “ A mi me encanta jugar en Charlotte porque es una ciudad muy tranquila, aparte que es muy linda y con una importancia histórica enorme. Los torneos son organizados de una manera muy profesional, procuro competir allí constantemente y eso me permite mantenerme activo. En Charlotte se realizan torneos en todas las modalidades y son de una alta exigencia. Compiten muchos jugadores jóvenes y jugar contra ellos siempre es complicado. Se preparan fenomenalmente y es dificil sacarles ventaja en la apertura”, señala Zapata.
Alonso vive desde hace unos 11 años en Atlanta, capital del estado de Georgia, al sureste de los Estados Unidos. Allí vive con su esposa y sus dos hijos. “Antes de vivir en Atlanta, la Federación puertorriqueña de Ajedrez me invitó a unirme a ellos como entrenador de la selección olímpica y, sobre todo, como coordinador y mentor de los programas dirigidos a las nuevas generaciones”. Atlanta es una de las ciudades más importantes de la costa este de los Estados Unidos. Es un importante centro financiero e industrial. Como antes se decía: “todos los caminos conducen a Roma”, ahora se puede decir lo mismo de Atlanta. Su aeropuerto tiene el tráfico aéreo más alto en Norteamérica. Haciendo la semejanza a situar un caballo en d5 en el tablero de ajedrez, ubicarse en Atlanta es estar situado estratégicamente en una de las ciudades más importantes de los Estados Unidos. “Yo vivo muy tranquilo y feliz en Atlanta, Es una ciudad llena de oportunidades, para todo aquel que quiera surgir y progresar. A mi esposa le ofrecieron un puesto en el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos, cuya sede central se encuentra aquí en el estado de Georgia. Por eso nos vinimos para acá y estamos muy contentos viviendo en esta ciudad”. Zapata ha hecho un viraje en su carrera ajedrecística y ahora está más enfocadoa su tarea de entrenador. “Tengo muchos alumnos a quienes doy clase de manera presencial y virtual. También formo parte de un convenio entre la Fide la plataforma Chessable que creó un programa bandera con los jóvenes entre 9 y 16 años más destacados de Latinoamérica. De hecho, la argentina Candela Francisco, actual campeona mundial juvenil y campeona conGnental fue alumna mia en ese programa. Es una chica muy talentosa y supertrabajadora”, asegura Zapata.
Al preguntar a Zapata sobre sus inicios en el ajedrez, sus recuerdos se remontan a su tierra natal Pereira, donde nació el 22 de agosto de 1958. “Nosotros éramos una familia muy normal, de clase media, en Pereira. Mi papá murió muy prematuramente, cuando yo tenía un año de edad, así que mi mamá, una mujer muy emprendedora y luchadora, quedó a cargo de nosotros. Teníamos una tienda de barrio y yo colaboraba allí cuando volvía de la escuela. Somos siete hermanos y yo soy el menor. Mi hermano Fernando fue quien me enseñó los rudimentos del juego”. Alonso fue tocado por la mano de la diosa del ajedrez – Caissa- y quedó embrujado, porque desde entonces no soltó el tablero de ajedrez. “Unas semanas después que aprendí a jugar ya les ganaba a todos en la casa y ya después a los de la cuadra, la escuela, etc. Aún sin tener conocimientos teóricos, sentía que el ajedrez me fluía. ya se me ocurrían bastantes ideas sobre el tablero, así que había un talento inherente allí”. Zapata comenzó a asistir a la academia de ajedrez y a jugar torneos Intercolegiados y empezó a cosechar sus primeras medallas. “Ya sentía que
necesitaba el ajedrez a diario. El primer libro que llegó a mis manos y estudié a fondo fue ´1001 Combinaciones de Mate de Fred Reinfeld. Lo llevaba al colegio y cuando me aburría en alguna materia me ponía a resolver las posiciones por debajo del pupitre. Otro libro que estudié muy juiciosamente durante aquella época fue “Grandes Maestros del tablero de Ricardo Reti”.
El punto de inflexión para Alonso y para muchos de su generación lo representó el campeonato mundial Bobby Fischer – Boris Spasky en Reikiavik 1972. “Recuerdo que transmitian las partidas por radio. Las jugadas se transmitian una por una a medida que se realizaban. Uno tenía que hacer el sacrificio de ponerse a escuchar novelas y esperar que las interrumpieran para que el locutor dijera la jugada que recién habían hecho y reproducirla en el tablero”, señala Zapata. Este campeonato fue todo un acontecimiento a nivel mundial y en todas las grandes ciudades del mundo las jugadas se transmitían de manera similar. En Bogotá, por ejemplo, en la sede del diario El Tiempo se instaló una pantalla gigante y en fotos de la época se puede observar la gran cantidad de público que seguía las partidas.
El GM colombiano ya había sentido una sensible inclinación por el juego de Bobby y durante este match ese gusto por la racionalidad y juego preciso del norteamericano se afianzó aún más. “Habia tenido la oportunidad de estudiar mucho a Fischer. Logré conseguir un libro que considero una joya: “Mis 60 partidas Memorables” y estudié cada una de las partidas a profundidad. Ahí fue donde me incliné a jugar la India de Rey y la Siciliana con piezas negras. Aunque no fui muy af[in a jugar la Nadjorf, estudié muchos de los esquemas que Fischer realizaba con las piezas negras en la Siciliana. Otra caracterísGca que aprendí de Fischer fue su innata disposición a luchar las partidas hasta el final y no pactar tablas. Eso me quedó como enseñanza para la vida y a lo largo de mi carrera fui poco amigo de pactar tablas prematuramente”.
Fischer siempre aseveraba en cada entrevista que el ajedrez era su vida. Y Zapata concuerda con esa opinión. “Para mi el ajedrez es una parte importante de mi vida. Me ha hecho lo que soy ahora como persona y como profesional. Realmente me siento muy agradecido por todo lo que he logrado a lo largo de mi vida gracias al ajedrez”.
Luego de su logro como subcampeón mundial juvenil, Zapata regresó a Bogotá y jugó su primer gran torneo internacional en la capital. Los torneos Internacionales Santafe de Bogotá, fueron una serie de torneos cerrados llevados a cabo en la capital con la presencia de fuertes jugadores de gran de la época. Jugadores como Geller, Panno, Beliavsky. Tarjan, Nogueiras, Amador
Rodriguez y locales como Cuartas, Castro, Zapata, etc fueron parte de la nómina de estos eventos que desafortunadamente no volvieron a realizarse en la capital.
La actuación del GM en los tres torneos fue aceptable. Para resaltar su victoria contra el legendario GM argenTno Oscar Panno en el Santafe de Bogotá del año 77. En una Ipica parTda de la variante clásica de la India de Rey, mientras el blanco emprende acciones en el flanco dama, Zapata logra desarrollar su ataque en el flanco de rey que finalmente lo lleva a la victoria.
Zapata logró sus normas de maestro internacional en certámenes en el exterior. Su primera norma la obtuvo en el torneo Internacional Presidente de la Republica en Caracas Venezuela y la otra la alcanzó en la Olimpiada Mundial de Buenos Aires. Ambos certámenes se llevaron a cabo en 1978. En la Olimpiada de Buenos Aires, el equipo colombiano encabezado por Gildardo Garciá estaba preclasificado 23 y finalizó en esa misma posición. “Estaba muy bien preparado y mentalizado para lograr la norma de MI que me faltaba”.
Zapata fue alineado durante todas las rondas del torneo y logró una puntuación final de 8.5 pts de 13 posibles. “Allí jugué con varios GM y MIs y conjugado eso con mi actuación, logré el 0tulo de MI. De inmediato en mi mente solo estaba la meta de lograr el anhelado título de GM para lo cual comencé a prepararme mucho más sistemática y metódicamente”. Zapata rememora sus tiempos juveniles y compara el método de preparación que se utilizaba en aquella época contra los métodos que usan hoy en día. “Yo estudiaba mucho a los clásicos. Obviamente me mantenía al día de las últimas novedades del informador y con la teoría de aperturas de la Enciclopedia pero siempre volvía a los clásicos. Estudié mucho a Schlechter, Bogoljubov, Reti.
Estudié los tres tomos de las partidas de Alekhine y el junto con Capablanca fueron quienes más me cautivaron. Del genio cubano estudié prácticamente todas sus partidas. Me gustaba mucho su juego preciso y posicional y su excelente técnica en los finales. De él aprendí mucho”. Zapata es enfático en señalar que los jóvenes de ahora deberían volver la vista también a estudiar los clásicos. “He notado que la preparación de los ajedrecistas jóvenes de ahora se basa mucho en el estudio de aperturas y el uso de los módulos de análisis. Sin embargo, siempre hago énfasis y animo mucho a mis estudiantes para que estudien a los clásicos. Eso de verdad enriquecería mucho su cultura ajedrecística en todo sentido. Siempre digo que el que no conoce su historia está condenado a repetirla y los clásicos son la historia del ajedrez y por eso es primordial estudiarlos”. Con el título de maestro internacional en su haber, Zapata se enfocó en conseguir el Itulo de GM. “Comencé a jugar en Cuba y era invitado a cada torneo de gran magnitud que realizaran allí. Esto me permitió mejorar mi fuerza de juego combinado con mucha preparación y entrenamiento. Recuerdo que dedicaba muchas horas a la táctica, a resolver estudios y posiciones.
También estudie mucho la parte del final”. Zapata logró su primera norma de GM en 1980 en el torneo Capablanca que se jugó ese año en la ciudad de Cienfuegos. Empató el primer lugar con el checo Ftanick con 8.5 pts de 13 posibles. “Logré finalizar invicto. Luché todas las partidas hasta el final y eso me permiGó conseguir los puntos necesarios”. Luego de eso, Zapata entró en una especie de bloqueo psicológico. Tal parece que la necesidad de la consecución de la siguiente norma comienzó a pender como una espada de Damocles sobre la cabeza del ajedrecista colombiano. Y él lo explica así: “Cuando uno ya ha logrado su primera norma de GM, en cada torneo que se juega se vive una tensión impresionante. En muchos torneos estuve incluso a medio punto de lograr la siguiente norma, pero los nervios jugaban en mi contra”. Alonso fiel a su estilo de caminar sobre el filo de la navaja se enfrentaba a la imperiosa necesidad de ganar y al mismo tiempo mantener un adecuado balance del riesgo para no perder. Finalmente en el Torneo de Bayamo de 1984 Zapata logró la tan anhelada normal ajustando 9.5 pts de 13 posibles, convirtiéndose así en el primer Gran Maestro colombiano. “Después que logré esa segunda norma y el t[itulo, me solté. Me quité ese peso de encima y comencé a jugar más relajado, más libre, sin la presión de tener que ganar y al mismo tiempo evitar la derrota midiendo los riesgos”.
Hasta hace unos años, el ciclo del campeonato del mundo se componía de una serie de torneos Subzonales, Zonales e Interzonales cuyos clasificados finalmente se reunían en un Torneo de Candidatos. Allí los primeros clasificados se enfrentaban en encuentros individuales y finalmente el vencedor se convertiria en el retador del campeón del mundo vigente. Ahora, se juegan las instancias hasta los torneos zonales y de allí se clasifican para la Copa del Mundo que normalmente es un torneo de 128 jugadores que se juega en matches indidivuales con eliminación directa. De allí salen tres clasificados para el torneo de candidatos. Zapata jugó tres interzonales a lo largo de su carrera: Túnez (1985), Subótica (1987) y Manila (1990). Los dos primeros fueron torneos cerrados y el de Manila fue un torneo suizo que reunió a los 64 clasificados de los zonales en un solo evento. “En el torneo de Túnez comencé muy bien. Hasta la séptima ronda iba compartiendo el primer lugar y en la octava ronda enfrente al norteamericano De Firmian. Días antes me había comenzado a salir la muela del juicio y el dolor esa insoportable. Tuve que jugar la última parte del torneo con analgésicos. La partida con De Firmian fue muy tensa y en algún momento tuve ventaja decisiva pero me apuré por ti empo y terminé perdiendo. Esta derrota me afectó mucho y de ahí en adelante jugué muy por debajo de mi nivel”.
Una buena partida que ganó Zapata en este torneo fue la disputada contra el GM yugoslavo (por aquel tiempo Yugoslavia todavía era un solo país) Pedrag Nikolic, uno de los más fuertes jugadores del mundo en ese entonces. “Fue un esquema de la India de Rey que tenia preparada desde tiempo atrás y no la había podido usar. Afortunadamente Nikolic me entró por esa línea y le pude ganar una buena partida”.
Algo similar ocurrió en el Interzonal de Subótica donde Zapata tuvo un buen comienzo pero dos derrotas consecutivas en la mitad del torneo frente a los dos yugoslavos (Popovic y Marjanovic) lo alejaron de los puestos de vanguardia. En este torneo se destacan dos partidas que Alonso le gano al GM Amador Rodríguez y al excampeón mundial Vasily Smyslov. En la primera, en una línea Anti-marshall de la apertura española, Zapata logró imponerse en una partida de corte posicional al GM cubano.
En la segunda partida frente a Smyslov, Zapata ganó un instructivo final, precisamente contra uno de los mayores expertos de la historia, justamente en esa fase de la partida. “Jugar contra Smyslov siempre fue una experiencia gratificante. El es todo un caballero y luego de la parti da nos quedamos un rato analizando. Intentaba mostrarle variantes que había calculado pero a él no le interesaba analizar así. Su concepto del ajedrez es muy claro y lógico y solo me explicaba en planes concretos. Aprendí mucho de él durante ese tiempo que analizamos”.
En Manila, Zapata comenzó mal con derrotas ante Gurevich, Ivanchuk y Miles y ya luego no se pudo recuperar, terminando en puestos secundarios en la tabla de posiciones.
El GM colombiano fue también habitual invitado a torneos en Holanda durante la época de los años 80s y 90s. En 1986 ganó el fuerte torneo Ohra-B en Amsterdam con 7 puntos de 9 posibles. “En este torneo jugué muy bien, con mucha confianza y estaba muy bien preparado. Fue un torneo suizo a 9 rondas y gané, entre otros, a fuertes jugadores como Piket, Dolmatov, Kuiof y Mednis. Este triunfo me dio el derecho a ser invitado al Super torneo Ohra-A al año siguiente, donde desafortunadamente no me fue muy bien”. Para destacar la partida que Zapata le ganó al GM norteamericano Edmar Mednis, en un ataque Ipico de la defensa India de Rey sobre el rey blanco.
“La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”, escribía Borges en “Nota para un Cuento Fantástico”. Pero cómo duele! Todos los que alguna vez hemos jugado ajedrez sabemos que muchas veces la derrota duele tanto que podemos pasar noches en vela con el tablero de ajedrez dando vueltas en nuestra cabeza, como en un remolino infinito: Por qué no hice esta jugada, por qué no hice aquella?, son las preguntas que nos atormentan en esas noches de insomnio. Y duele más, sobre todo, si la partida estaba ganada. El mismo GM polaco-argentino Miguel Nadjorf señaló en alguna ocasión: “El jugador que no sufra al perder una partida no es ajedrecista: el dolor y las lágrimas hacen a la persona en la vida y en el tablero; el hombre se hace de las lágrimas y no de las sonrisas y una vez hecho, no debe esconder nunca la sonrisa”. Zapata no ha estado exento de sufrir este torbellino de sensaciones ante la derrota. “Sufría mucho con las derrotas. Psicológicamente me costaba recuperarme. Muchas veces estaba completamente ganado y por apuro de tiempo o por un error en el cálculo quedaba perdido y eso me afectaba mucho. Aún hoy en día después de haber jugado cientos de partidas, la derrota me afecta. Duele un poco menos, pero de todas maneras afecta”.
Como en todas las situaciones de la vida, a Alonso también le ha tocado estar del lado contrario, es decir, en la faceta del vencedor. Para la muestra, dos ejemplos bastante dicientes donde el sufrimiento estuvo al otro lado de la mesa. El primero fue una partida disputada contra el actual Número 2 del mundo, el GM norteamericano Hikaru Nakamura. “Cuando jugué esta partida con Naka él tenía 19 años, pero ya era un excelente jugador, talentoso y de una fuerza extraordinaria. La partida estuvo muy tensa, llena de escaramuzas tácticas donde él se mueve como pez en el agua, pero logré sortearlas a mi favor y le pude ganar en el final. Recuerdo que luego de la partida, él se quedó completamente mudo con la cabeza entre las manos, sobre la mesa llorando”.
La segunda partida tiene una historia, si se quiere, un poco más trágica. Biel es una hermosa ciudad suiza conocida como la “ciudad de los relojes”, por ser sede de las marcas de relojes más famosas del mundo. Tampoco es raro encontrar habitantes allí de todas las partes del mundo, debido a su larga tradición inmigratoria. Se dice que allí se hablan fácilmente 70 idiomas diferentes. Biel o Biel/Bienne, como también es conocida, también tiene una larga tradición ajedrecística: desde 1967 se lleva a cabo allí sin falta el tradicional torneo de ajedrez de Biel/Bienne. En 1988, Zapata fue invitado a jugar este fuerte torneo en la división B, en un torneo round-robin de 12 jugadores. “Nos hospedamos en la misma habitación con mi amigo el GM cubano Amador Rodríguez, quien estaba jugando el torneo open internacional”. A esta edición también había sido invitado el joven prodigio indio Viswanathan Anand, quien para entonces ya tenía una fuerza extraordinaria; contaba con 2555 puntos de Elo y venia de conquistar el título de campeón mundial juvenil el año anterior. Además, recientemente se había convertido en el primer GM indio, Itulo que le fue concedido ese mismo año de 1988. “Conocía a Vishy desde tiempo atrás, pues había hecho una gran amistad con él en algunos torneos que jugamos antes. A Vishy le gustaba llegar a mi habitación en las mañanas a analizar líneas y preparar las partidas de la tarde. Desayunábamos y almorzábamos en la habitación y luego salíamos hacia la partida. Era asombrosa la velocidad con que analizaba y veía variantes complejas en apenas segundos. Obviamente cuando estaba ante el tablero jugaba también rapidísimo. A veces consumía solo 15 o 20 minutos en toda la partida. El día que nos tocaba jugar, Amador me dijo: “Oye Alonso: yo creo que este maestro no viene hoy. Pero cual sería nuestra sorpresa cuando al rato se apareció, como si nada, a mirar partidas y analizar líneas de apertura. No tuve tiempo de preparar nada de mi partida contra él porque en ningún momento salió de la habitación. Total, salimos los tres para la partida. Los jugadores del torneo principal teníamos una entrada privada al salón de juego pero a Anand le gustaba entrar por donde lo hacía todo el público. Le encantaba mucho el contacto con la gente y que lo saludaran, pero esta vez se fue por el otro lado, por donde nosotros entrábamos. Nos sentamos normal a jugar la partida y jugué mi acostumbrado 1.e4. El instantáneamente jugó 1…e5. Yo esperaba una siciliana, que era lo que jugaba habitualmente, pero me jugó una Petroff. Jugaba instantáneamente. Cuando en la quinta jugada me jugó 5…Af5?? yo no lo podía creer, pues pierde una pieza. Sin embargo, hizo esta jugada sininmutarse, con toda la tranquilidad del mundo. Cuando hice 6.De2, se quedó como petrificado, se puso pálido con la mirada clavada en el tablero y negando con la cabeza. Al rato abandonó y se le notó que tenía ganas de llorar. Me dio la mano sin mirarme, firmó la planilla y salió de la sala de juego a toda velocidad. Obviamente salió por la salida privada”.
Efectivamente, había un antecedente: una partida Miles-Cristiansen que había aparecido en el informador 44 y en la cual, incluso, aparece la jugada 5…Af5, señalada como novedad teórica. En esa partida, Miles realizó 6.Cxe4?, en lugar de 6.De2 como jugó Zapata. “Mas tarde, lo invité a comer helado y le aconsejé que tenía que jugar más despacio. Nos pusimos a jugar blitz como para aliviar la tensión y me machacó, era un monstruo jugando rápidas”, señala Zapata entre risas.
Como bien escribió Gabriel García Márquez muy dicientemente en “El General en su Laberinto”: “La vida le había dado ya motivos suficientes para saber que ninguna derrota era la últíma”. La victoria y la derrota seguirán siendo las caras de una misma moneda en el eterno peregrinar de todo ajedrecista. Zapata ti ene un palmarés inigualable jugando contra ex - campeones mundiales. Es el único jugador colombiano que se ha enfrentado con seis ex - campeones del mundo: Karpov, Anand, Tal, Smyslov, Spasky y Topalov. También ha jugado con innumerables candidatos al título como Korchnoi, Timman, Short, Yusupov, Speelman, Ivanchuk, Torre, Ribli, etc. “Recuerdo mucho mi partida con Karpov. Fue en el torneo Swift 1987. Fue un torneo muy fuerte con una nómina estelar encabezada por Karpov, Korchnoi, Timman, Miles, Ljubojevic, Seirawan, etc. Con Karpov jugué de blancas una española cerrada, con el ataque central d4, una línea que tenía muy estudiada. Este esquema implica el sacrificio de un peón por iniciativa y en mis análisis caseros concluía que era muy digcil refutar la posición luego del sacrificio de peón. Pero allí corroboré que Karpov era un fuera de serie, porque encontró las mejores jugada ahí mismo sobre el tablero. Al final tuve algunos chances de tablas pero la inmensa jerarquía de Anatoly finalmente se impuso. Con Tal también jugué en varias ocasiones, tanto parti das clásicas como blitz. Es una persona supremamente sencilla y amable. Con Spasky jugué en una partida en España.
El es todo un caballero, pero ya para esa época a él le interesaban más otras actividades que el ajedrez propiamente dicho; prefería irse a jugar tenis que quedarse a jugar una partida larga. Con Topalov jugamos también una partida en Estados Unidos en un torneo de ajedrez rápido. Una persona muy accequible y amable también.”
Aparte de Cuba, Holanda y España, Zapata también ha jugado innumerables torneos en USA, como los World Open de Fildadelfia y el New York Open. Allí era habitual encontrarse con el a la postre segundo GM colombiano, el antioqueño Gildardo García. “Los New York open era torneos normalmente muy fuertes. Se reunían GMs de todo el mundo a compeTr Recuerdo especialmente una partida que le gané al yugoslavo Ljubomir Ljubojevic en el New York Open de 1984. Aparte que “Ljubo” en esa época era uno de los 15 mejores jugadores del mundo así que esta victoria significó mucho para mi”.
A nivel nacional Zapata ha sido campeón nacional en 8 ocasiones: 1980 en Pereira, 1981 en Bogotá, 1995 en Cartagena (compartido con Gildardo García), 1996 en Bucaramanga, 2000 y 2002 en Bogotá, 2004 en Girardot y 2008 en San Andrés. Como representante a Olimpiadas, ha estado presente en 12 olimpiadas. “Jugué 12 olimpiadas en total representando a Colombia y a tres asistí como entrenador de Puerto Rico. En la gran mayoría jugué como primer tablero, exceptuando, por ejemplo, la Olimpiada de Buenos Aires que fue la primera que jugué. Tengo muy buenos recuerdos de las Olimpiadas de Dubai, Filipinas y Eslovenia. En esta última estaba en espléndida forma, jugando muy bien y hasta la última ronda tuve chance de ganar la medalla de oro en el primer tablero. Llevaba 7.5 pts de 10 posibles y jugué la última ronda contra el GM italiano Alberto David. Una partida que no debí perder, tenía ventaja decisiva y por forzar terminé perdiendo. Fue una de los momentos más tristes
de mi vida como ajedrecista.”
En su larga carrera como ajedrecista, Zapata tocó su techo en cuanto a rating se refiere en 1988 cuando alcanzó un Elo de 2580 puntos lo que lo llevó a situarse en el puesto 49 en el mundo. “Eso es como si ahora yo hubiera alcanzado un rating de 2680 puntos aproximadamente. Debido a la inflación de Elo que hay ya este ratings se consideraría normal para un GM de un buen nivel, pero en ese momento daba para estar entre los 50 mejores jugadores del mundo.”
Zapata, aparte de su faceta como jugador y entrenador , también ha aprovechado su matiz como escritor. En su haber tiene ya dos trabajos: “Ajedrez para la Vida” y “Jaque Mate en San Juan. “Este último trabajo lo hice en conjunto con un amigo puertorriqueño. Es un libro enteramente dedicado al Torneo Magistral de Ajedrez de San Juan en 1969, que ha sido el torneo más importante que se haya jugado en Puerto Rico. Allí participó una nómina estelar con jugadores como Larsen, Robert Byrne, Browne, Kavalek y Spassky. Para Spasky fue su primera participación luego de haber ganado el título mundial ante Petrosian.”
Con el auge de la informática y redes sociales aplicadas al ajedrez, Alonso también ha estado trabajando con la compañía Chessable, produciendo videos y otros programas para la comunidad ajedrecística mundial. También es miembro de la Comisión de Entrenadores de la Fide. “He realizado 15 seminarios de entrenamiento para capacitación y titulación de instructores Fide para la región de América. Es un seminario que ha tenido gran acogida. El próximo se realizará entre el 8 y el 10 de Diciembre del presente año. Contará con una nómina de expositores de lujo: El GM peruano Julio Granda Zúñiga, el GM mexicano residenciado en Argentina Gilberto Hernández, la GM argentina Claudia Amura, el maestro argentino Pablo Alejandro Acosta (especializado en chessbase y módulos de análisis) y yo como coordinador. Este seminario representa una gran oportunidad para que nuestros entrenadores a nivel local y regional cuenten con herramientas valiosas se certifiquen con el título otorgado directamente por la Fide”. Alonso se siente cómodo en su rol actual de entrenador, mentor y conferencista: “A mi me encanta enseñar y entrenar y la labor de mentoría es algo que me gusta mucho. Representa una gran satisfacción para mi ver cómo mis alumnos progresan y comienzan a obtener títulos a nivel magistral. Sin embargo, mi gran amor por la competencia, el estar sentado ante el tablero jugando es algo que está ligado intrínsecamente a mi ser como ajedrecista y no lo puedo dejar de lado. Seguiré preparándome y compitiendo mientras pueda porque el toque de Caissa es algo que seguirá conmigo por siempre".
Artículo original publicado en la revista Peón Ladino 2023.
Ingeniero de Sistemas Universidad Nacional - Universidad Católica de Colombia - Especialista en Gerencia de Proyectos Amo el ajedrez como deporte, ciencia y arte. Me gusta escribir sobre historia y literatura en general.