El 16 de noviembre de 2022 en Antalya (Turquía), Lara Armas se convirtió en doble campeona del mundo de chessboxing en la categoría de -55kg, tras su primer título en 2019, dos años después de descubrir este deporte híbrido que combina el ajedrez y el boxeo inglés.
Nacida con una pieza de ajedrez en la mano... o casi, la girondina de 31 años procede de una familia de campeones de ajedrez. Campeona de Alemania, su madre Rike fundó el Échiquier Médocain, un club con sede en Lesparre-Médoc (Gironda). Su padre, Jules, fue campeón de Rumanía. Y su hermana pequeña, Lena, fue campeona de Francia en la categoría de menores de 20 años.
El "patito feo" de la familia
A pesar de ser subcampeona de Francia en la categoría sub14, Lara Armas era "el patito feo de la familia", dice con autocrítica. "Me he vengado", ríe la campeona del mundo, mirando a su madre.
Para llegar a la cima del mundo, esta directora de relaciones públicas de Decathlon -que actualmente trabaja en la asociación entre su empresa y los Juegos Olímpicos de París 2024- tuvo que ponerse los guantes de boxeo. Y estaba empezando desde cero...
Una combinación de cuerpo y mente
Comenzó en 2017 en el London Chessboxing Club, donde trabajaba en ese momento en una agencia de marketing digital. Fue allí donde descubrió esta nueva disciplina en una gala. Fue fascinante", afirma todavía con entusiasmo, cinco años después. Tenía curiosidad por descubrir esta combinación de cuerpo y mente. Hay que encontrar un equilibrio.
Está claro que las cualidades de Lara Armas se inclinan naturalmente hacia el tablero, como la mayoría de los miembros del equipo francés presentes en Antalya para los Campeonatos del Mundo, del 12 al 17 de noviembre de 2022.
En cambio, en la India, de donde procede la rival a la que se enfrentó en la final, los perfiles son más de boxeadora. En consecuencia, la final de Lara Armas fue un choque de géneros. La francesa se apoyó en su superioridad ajedrecística para ganar, mientras que la asiática se desmelenó en el único asalto de boxeo que tuvieron que hacer: como jaque mate de Lara Armas en la segunda ronda de ajedrez de cuatro minutos.
"Mi estrategia es sobrevivir al boxeo
"Mi estrategia es sobrevivir al boxeo", sonríe la girondina, que admite que no tiene suficiente tiempo para entrenarse en el noble arte. Entre el trabajo y la compra de una casa, no ha podido entrenar más de dos sesiones a la semana, a diferencia de lo que ocurría en 2019, cuando conseguía hacer cuatro entrenamientos semanales.
En este deporte tan joven, nacido en la década de 2000, algunos luchadores son novatos. "Incluso en los campeonatos del mundo hay principiantes en el ajedrez", admite Lara Armas. Su rival en la final, por ejemplo, carecía de experiencia.
La disciplina está en pleno desarrollo. En los campeonatos del mundo sólo había una quincena de delegaciones y en su categoría, por ejemplo, Lara Armas sólo tenía dos competidoras. Pero lo asegura, la práctica comienza a tomar en Francia, en particular con la creación de una federación dedicada en 2019.
"Pero como ajedrecista, al principio hay que tener un poco de coraje para subirse al ring y ser derrotado. Es muy difícil volver al ajedrez después del boxeo, para recuperar la concentración, para encarrilar el plan de ataque", confiesa esta polifacética, que probó muchos deportes durante su infancia, antes de conseguir el grial en el ajedrez.
Ante una india que la agredió en el round de boxeo de la final del mundial, la girondina resistió bien -“me contaron de todos modos”- antes de noquearla en el tablero.