Berlín (dpa) - Estuvo a punto de suspender su examen de matemáticas en 2005, pero como ajedrecista ha superado muchos exámenes con éxito. Ha celebrado las victorias y ha aceptado las derrotas.
Las 32 piezas de las 64 casillas han dado forma a la vida de Elisabeth Pähtz, que ha sido la número uno de Alemania durante 16 años, y la ajedrecista nacida en Erfurt ya ha alcanzado una vez el top ten de la clasificación mundial. Frustrada, abandonó la Federación Alemana de Ajedrez en abril de 2019 - y regresó un año más tarde como una exitosa activista por la igualdad de trato para las mujeres.
Actualmente, la única jugadora profesional alemana se toma el ajedrez con más calma: ha perdido la diversión del juego. Hay razones para ello: primero Corona y luego esta terrible guerra en Ucrania. "En este momento no me apetece mucho seguir jugando. Como han surgido tantos conflictos, también entre nuestros colegas rusos y ucranianos, dije: vale, no quiero jugar más hasta la Olimpiada de Ajedrez", declaró Elisabeth Pähtz a la Deutsche Presse-Agentur. Volverá a formar parte del equipo nacional en la mayor competición internacional, que se celebrará del 28 de julio al 10 de agosto en Chennai (India).
La vida se reorganiza
"Tenéis miedo, la guerra no está ni a 2000 kilómetros. No sabes lo que va a pasar. Me molesta", admite la residente de Berlín. "Porque, por supuesto, inconscientemente siempre tengo que vivir con el temor de que una bomba nuclear pueda volar".
La corresponsal de lenguas extranjeras certificada por el Estado ha reorganizado su vida, ha dado muchas clases de coaching desde que comenzó la pandemia, por supuesto en línea, ha comentado partidas de ajedrez, ha jugado torneos importantes y para sus clubes en Alemania, Mónaco y en Austria. Esta mujer de 37 años también está trabajando en un libro ("Wer den vorletzten Fehler macht, gewinnt - Strategien für das Spiel des Lebens").
Cuando sólo tenía cinco años, su padre Thomas -un conocido gran maestro de la RDA- la introdujo en el juego real. "Realmente sacrificó su carrera por mí y por mi hermano", subraya Elisabeth Pähtz. ¿Así que papá es un gran modelo a seguir? "No. Nunca he tenido un modelo o un ídolo en mi vida", asegura la ajedrecista de categoría mundial, que ostenta el título de gran maestro femenino desde junio de 2001. "Esta manía juvenil como en "Bravo" en el pasado - bueno: Quiero ser como esta cantante o como esta actriz, nunca lo he sido".
"Disparado durante unos nueve meses"
Antes de la pandemia de Corona, podía ganarse la vida bastante bien con su trabajo. "Si no tienes familia, ni hijos, entonces era suficiente", cuenta Pähtz. "Luego llegó Corona, entonces estuve prácticamente fusilado durante unos nueve meses, porque de un día para otro se cancelaron todos los torneos y con ellos mi sueldo". Entonces empezó a dar clases, a producir CDs y a comentar partidas de ajedrez. Ni siquiera la campeona de serie alemana puede hacerse rica con su trabajo diario en los clubes. "Por término medio, se obtienen entre 250 y 400 euros por partido. Y la mayoría de las veces juegas dos partidos en el fin de semana".
En abril de 2019, el mascarón de proa de la DSB desapareció repentinamente: Pähtz abandonó la federación y dejó de jugar con la selección. Y tenía buenas razones para ello. "Al fin y al cabo, prácticamente he luchado durante décadas para que dentro de las plantillas, femenina y masculina, haya las mismas subvenciones, los mismos cursos de formación, los mismos entrenadores y actividades", describió, "hasta 2019, era una diferencia como el día y la noche. Ejemplo: Era el que más apariciones tenía en la selección, pero me pagaban mucho menos que a los números cinco masculinos".
Un año después, regresó satisfecha. El presidente de DSB, Ullrich Krause, dice mirando hacia atrás, tenía los oídos abiertos a los problemas. "En 2020, me uní de nuevo. Todo ha dado un giro de 180 grados", asegura Pähtz.
"Programa "Powergirls
"Sí que ha conseguido sus objetivos. Las mujeres cuentan ahora con una entrenadora nacional de categoría mundial, y hemos puesto en práctica su deseo de crear programas de apoyo para mujeres con talento con el programa 'Powergirls'", declaró Krause a dpa. "Esto es una verdadera novedad y un gran paso adelante desde el punto de vista de las mujeres".
El número 1 de la junta directiva y de la federación "tienen una buena relación mientras tanto. Fue una especie de tormenta limpiadora en aquel momento, pero desde entonces las cosas han ido muy bien", subrayó Krause. "Antes, la relación de Elisabeth con la Federación Alemana de Ajedrez no siempre era fácil. Pero es normal que en el camino hacia un cambio tan fundamental haya un poco de ruido.