Una de las mayores preocupaciones que tienen los ajedrecistas cuando están bajo competencia, es el estrés intimidante que se instala en cada mente, cuerpo y persona sentipensante que está expuesto al estimulo competitivo, Esto sin desconocer, que el estrés viene acompañado de rasgos de ansiedad, somatización y pensamientos disruptivos que impiden “el sano” desenvolvimiento del sujeto en el acto de competencia. Seguido a esto, pueden desarrollarse ciertos patrones recurrentes relacionados con baja tolerancia a la frustración, dificultades resilientes para sobreponerse frente a la derrota en el deporte, y más aún, la incapacidad de comprender el estado de alineación que puede traer, no atender estas situaciones que se pueden llegar a normalizar y e ir constituyendo una conducta que no contribuya a la salud mental del deportista. La psicología deportiva, como disciplina y campo de acción en torno al rendimiento y emociones de los sujetos en la parte deportiva, tiene un imperativo social de investigación para profundizar en esta temática que atañe a los seres humanos que están en el mundo de la actividad física y mental, es decir, en el deporte como tal, (Weinberg y Gould, 1996).
Lo arriba mencionado, se podría parafrasear de la siguiente manera: La ansiedad-estado, como mencionan Weinberg y Gould (1996), hace referencia al componente variable del estado de ánimo y se define como una condición emocional caracterizada por sensaciones subjetivas, conscientemente percibidas, de recelo y tensión. Por ejemplo, el nivel de ansiedad de un jugador en un partido cambiará en función del momento o de las variables internas o externas que se activen.
Una de las mayores palabras usadas por deportistas para describir lo que sienten cuando están frente a la competencia, es la “ansiedad”, entendida como una emoción con componentes fisiológicos y cognitivos que puede limitar la actividad o el rendimiento de un ajedrecista en su quehacer. Para Fine (1974), la ansiedad que acompaña el juego es casi siempre preconsciente, equilibrio entre la conciencia y lo inconsciente. Los ajedrecistas se lamentan de estar nerviosos, tensos o parcos, de que la partida no los deja dormir (las piezas danzan en su mente como un asunto delirante), de que para ellos la eventual derrota constituye un serio revés, etc. Incluso, esta se puede presentar con diferentes intensidades en el transcurrir competitivo, supeditándose a variables internas o externas que se vuelvan intensas para el competidor. Por ejemplo, ganar la primera partida en competencia, puede ayudar a mitigar la ansiedad por el inicio de las mismas. Otro ejemplo sería al revés; llegar a perder la primera partida, podría ser catastrófico mentalmente si hay variables de bajos niveles de tolerancia a la frustración que sean intensas en el sujeto.
Hay investigaciones que se han encargado de medir el grado o la intensidad de la ansiedad de un deportista en entornos controlados o aleatorios (ver la investigación realizada en México donde se aplicaron dos pruebas; Idare y el CSAI-2, para evaluar la ansiedad en 41 ajedrecistas mexicanos antes de competir, encontrando diferentes niveles de ansiedad). Sin embargo, las investigaciones se vuelven cuantitativas si los números no son cotejados con las sensaciones descritas por el deportista. Incluso, se podrían llegar a convertir en simples números que no arrojan soluciones especificas de intervención. Por ende, es fundamental la sugerencia de métodos de entrenamiento e intervención psicológica que le permita al sujeto el manejo de su ansiedad y mejoramiento del rendimiento deportivo. Claro está, entendiendo que todos los organismos son distintos y que el ajedrez por ser un deporte de carácter individual, abre la discusión sobre si estos métodos son específicos, o sí su aplicación en grupos, arroja resultados más favorables. Por consiguiente, siendo el ajedrez un deporte que explota y desarrolla al máximo los procesos cognitivos (lóbulo frontal y sus funciones ejecutivas), tales como atención, concentración, toma de decisiones, razonamiento, etc., estas alteraciones que son resultado de la ansiedad pueden influir negativamente en el desempeño de los jugadores.
Continuará...
Jhon Sebastián Hernández Montes
Elo FIDE 2311; psicólogo; entrenador de ajedrez, diplomado en Pedagogía; medallista en varios eventos internacionales, el más reciente en el continental de Panamá 2023, donde obtuvo la medalla de oro en la categoría sub 2300; una norma de IM; deportista activo del equipo Bogotá – Colombia.
Asesoria técnica y psicológica de rendimiento en ajedrez para deportistas de todos los niveles
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