Emanuel Lasker obstentó la corona de ajedrez durante más tiempo en la historia: 27 años. Aunque podría haberse desprendido del título mucho antes. En 1914, su partido contra José Raúl Capablanca se vio interrumpido por la Primera Guerra Mundial. Siete años más tarde llegó a Cuba en persona para "vender" la corona más cara. El alemán era 20 años mayor que el cubano. Al igual que Wilhelm Steinitz durante el partido contra él, Emanuel sufría problemas de salud: se le disparó la tensión arterial y abandonó el partido tras la 14ª partida, cuando el marcador era de 4-0 a favor de José Raúl.
Pero en el fondo Lasker seguía considerándose el mejor del mundo, lo que confirmó más de una vez: en Nueva York en 1924 (1er puesto, 1,5 puntos por delante de Capablanca), en Moscú en 1925 (2º puesto, 0,5 puntos por delante de Capablanca) y en Moscú en 1935 (3er puesto, de nuevo por delante de Capablanca). Cabe señalar que de 1934 a 1937 el segundo campeón del mundo vivió en la URSS, donde fue invitado por el primer jefe del ajedrez soviético, Nikolai Krylenko.
Salida misteriosa
En 1933 Lasker y su esposa Martha Kohn se vieron obligados a abandonar Alemania, debido a la dictadura nazi y al inicio de la campaña de persecución de los judíos. Tras mudarse a Gran Bretaña, Lasker, de 66 años, reanudó su carrera en 1934 después de una larga pausa, quedando quinto en el torneo de Zúrich (ganado por Alexander Alekhine).
Lasker consideró la posibilidad de trasladarse a Palestina durante unos años, pero en agosto de 1934 se instaló en la URSS, invitado por Nikolai Krylenko. Krylenko había ocupado muchos altos cargos (empezando por el de primer Comandante Supremo en Jefe de las Fuerzas Armadas soviéticas), por lo que pudo justificar el traslado del segundo campeón del mundo. "Les dieron un piso en el centro y a Emanuel le dieron trabajo en el Instituto Matemático Steklov", recordaba en una entrevista al "SE" el famoso campeón gran maestro de la URSS de 1954, Yuri Averbach.
Como corresponsal de Red Sport, Lasker cubrió el match por el campeonato mundial de 1935 entre Alekhine y Max Euwe y representó a la Unión Soviética en varias competiciones. En 1936 jugó dos torneos: en Moscú quedó sexto y en Nottingham compartió el 7º-8º puesto, la única vez que acabó por debajo de Capablanca en la mesa final. Lasker jugó su último torneo en Nottingham contra Conel Alexander.
En 1937, los Lasker viajan a Estados Unidos para ver a sus parientes, en particular a Lotta, la hija de Martha. Pasaron algún tiempo en Chicago y luego se trasladaron a Nueva York, donde vivían los parientes de su esposa. Según una versión, los Lasker se llevaron todo menos los muebles, claramente sin intención de regresar. Según otro, el viaje estaba previsto como temporal, y todas las pertenencias de los Lasker se quedaron en su piso de Moscú, e incluso se habían comprado billetes de vuelta a Moscú. "Lasker había huido de la URSS en 1937", explicó Yuri Averbach. - Un conocido del ajedrez estuvo por allí aquella tarde, y Lasker no le dijo ni una palabra sobre sus planes.
Lasker nunca regresó a la URSS. Martha enfermó en América y los médicos le prohibieron terminantemente emprender un largo viaje. Existe la opinión de que los Lasker decidieron no regresar por temor a la ola de represión que se había desatado en la URSS, una de cuyas víctimas fue su mecenas Krylenko. Pero es un hecho bien conocido que cuando Lasker solicitó permiso para permanecer en la Unión Soviética, especificó desde el principio un período de estancia en la URSS de "unos dos años" con el fin de completar su investigación, para lo cual necesitaba la literatura matemática disponible en las bibliotecas soviéticas (el gran maestro era doctor en matemáticas y filosofía). Así que la salida podría haber sido simplemente la realización de los planes originales.