Boxeo y ajedrez unidos en una particular fusión. En qué consiste.
Hay quienes afirman que existen más similitudes que diferencias entre el ajedrez y el boxeo. Incluso, de éstas disciplinas nació un curioso deporte: el chessboxing. Una extraña combinación entre ambos. Pero, ¿cómo hacen estos dos mundos tan distintos para coexistir?
Éste híbrido junta los golpes y la potencia física del box con la estrategia y habilidad mental necesaria para una partida de ajedrez. El escenario, como no podría ser de otra manera es un cuadrilátero. Y hasta hay un árbitro.
Así, los contrincantes exploran una nueva disciplina en la que la destreza física es tan importante como la agilidad mental. Originalmente, este deporte fue imaginado por Enki Bilal, un dibujante de cómics y director de cine francés en 1992. Pero recién fue llevado a la práctica en 2003 gracias al neerlandés Iepe Rubingh.
Ajedrez y boxeo: una extraña combinación
El objetivo es simple. En este deporte, que combina los guantes con peones, alfiles, reyes y reinas hay que ganarle al contrincante. Y hay varias formas de lograr el objetivo, por ejemplo, un nocaut o un jaque mate. Parece sencillo, pero no lo es.
Entre las reglas más importantes que median esta contienda híbrida se encuentran las siguientes: los participantes disputan una partida de ajedrez durante tres minutos, descansan sesenta segundos y luego disputan un round de boxeo que dura tres minutos.
Siguiendo este esquema se completan 11 rounds en total que combinan seis partidas de ajedrez y cinco asaltos de boxeo. Por supuesto, los tiempos de las partidas y rounds pueden variar dependiendo de la Asociación que lleve adelante la organización del evento...