Los estereotipos en torno a la capacidad de las mujeres para jugar al ajedrez podrían explicar por qué obtienen peores resultados cuando juegan contra los hombres en entornos competitivos, según sugiere un nuevo estudio.
A pesar de que no hay pruebas de una ventaja innata para los hombres, se descubrió que las ajedrecistas expertas cometen un 11% más de errores cuando compiten contra sus homólogos masculinos, mientras que se observó que los hombres siguen jugando más tiempo -un 8% de media- contra las mujeres, incluso cuando normalmente habrían renunciado a jugar contra un hombre.
Ambos factores hacen que las mujeres ganen menos puntos de media contra sus oponentes masculinos en el ajedrez de competición, incluso después de que los investigadores controlaran los efectos fijos de los jugadores, las edades y el rendimiento esperado (medido por la clasificación Elo) de los jugadores implicados.
Los resultados se publicaron en un nuevo documento, "Gender, Competition and Performance: Evidence from Chess Players", del que son coautores el Dr. Santiago Sánchez-Pages (King's College London), el Dr. Peter Backus (Universidad de Manchester), la Dra. María Cubel (Universidad de Bath), el Dr. Matej Guid (Universidad de Liubliana) y Enrique López Manas.
Los investigadores dijeron: "Descubrimos que el efecto de la composición por sexos del juego sobre los resultados se debe en gran medida a que las jugadoras cometen mayores errores cuando juegan contra hombres. Esto contrasta con los jugadores masculinos, que juegan igual de bien independientemente del sexo del oponente".
"También descubrimos que, en promedio, los hombres persisten más tiempo antes de renunciar cuando juegan contra una mujer, lo que disminuye los puntos que una jugadora puede esperar ganar contra un oponente masculino.
"Nuestros resultados aportan pruebas de que la competición entre géneros cambia el comportamiento tanto de los hombres como de las mujeres de forma perjudicial para los resultados de las mujeres".
Los investigadores utilizaron datos de más de 79.000 partidas de ajedrez jugadas por 14.056 jugadores de 154 federaciones nacionales durante un periodo de 18 meses.
Una de las explicaciones que ofrecen los investigadores para la disparidad de resultados entre hombres y mujeres son las creencias arraigadas sobre la capacidad relativa de las mujeres para jugar al ajedrez. Las mujeres constituyen sólo un 11% de los jugadores de torneos de sexo mixto y un 2% de los Grandes Maestros.
Los investigadores dijeron: "Estudios anteriores han demostrado que los estereotipos conducen a creencias diferenciales que, a su vez, se correlacionan con un rendimiento diferencial. En cuanto a los mecanismos reales que vinculan las creencias y el rendimiento, pueden estar relacionados con cambios en el esfuerzo o en la falta o el exceso de confianza".