En World Chess, creemos en el poder del ajedrez para unir a personas de diversos orígenes, creencias e identidades. La reciente política introducida por la FIDE en relación con los jugadores transexuales ha suscitado importantes conversaciones dentro de la comunidad ajedrecística, y nos sentimos obligados a compartir nuestra postura sobre esta cuestión crítica.
Apoyamos los derechos de los transexuales y su inclusión en el deporte del ajedrez. El ajedrez, en esencia, es una batalla de ingenio, estrategia y resistencia que trasciende las barreras físicas. Creemos que es obvio que todo el mundo, independientemente de su identidad de género, merece la oportunidad de competir, crecer y destacar en este deporte intelectual.
La decisión de restringir a las mujeres transexuales la participación en pruebas exclusivamente femeninas, a la espera de un largo análisis, suscita profundas preocupaciones sobre la inclusión y la equidad. Reconocemos la complejidad de garantizar la equidad competitiva en todas las categorías de juego, pero destacamos la importancia de abordar este reto con empatía, inclusión y respeto por los derechos individuales.
Estamos descorazonados por las implicaciones de la política de la FIDE para los jugadores transgénero, que potencialmente les coloca en una posición en la que deben elegir entre su identidad y su pasión por el ajedrez. Esto no sólo contradice el espíritu de inclusión, sino que también pasa por alto el bienestar mental y emocional de las personas afectadas por estas regulaciones.
A la luz de estos acontecimientos, World Chess se compromete a:
- Abogar por políticas que promuevan la inclusividad y el respeto para todos los jugadores, incluidos los individuos transgénero, en torneos y eventos de ajedrez en todo el mundo.
- Colaborar con jugadores transexuales, expertos y grupos de defensa para garantizar que sus voces y necesidades sean tenidas en cuenta en el desarrollo de políticas que afecten a su participación en el ajedrez.
- Apoyar iniciativas e investigaciones destinadas a comprender el impacto de la identidad de género en la equidad competitiva en el ajedrez, con el objetivo de establecer directrices que sean inclusivas y equitativas.
El ajedrez tiene la capacidad única de unir a las personas, desafiándonos a pensar profundamente no sólo sobre el juego que tenemos delante, sino también sobre el mundo que nos rodea.