Leontxo García es uno de los periodistas especializados en ajedrez más notables. Con un nivel de Maestro FIDE, el español decidió dedicar la vida a seguir el mundo del tablero escaqueado desde a perspectiva periodística. Lo hace bien, con soltura y conocimiento. Es probablemente uno de los principales divulgadores con el que cuenta el juego ciencia y esto es de agradecerse.
Leontxo publica continuamente las partidas más emocionantes que se juegan en el circuito internacional de ajedrez. Hoy, debido a la pandemia, incluso el periodista nos habla de encuentros rápidos en línea, en donde los mejores del mundo se juegan buenas cantidades de dinero, y en donde los aficionados pueden ver a estos ajedrecistas de elite cruzar espadas. Pues bien, hace poco Magnus Carlsen, el actual Campeón Mundial, inició su partida con 1. f3, una jugada catalogada desde hace mucho tiempo como muy mala. Leontxo, en algún otro artículo inicia con esta frase: “Lo de Carlsen jugando 1 f3 contra Duda en una partida rápida no me gusta, porque creo que roza la falta de respeto”.
¿Pero es así? ¿Qué regla violó Carlsen? Ninguna. Entonces, su rival, el GM polaco Duda, debe demostrar en la verdad del tablero, que la jugada del Campeón del Mundo fue mala o por decir lo menos, inferior. ¿Es esta jugada mostrar menosprecio por el rival? No lo sé. Yo lo que sí creo es que si la jugada en el tablero es legal, de acuerdo a las reglas, se vale jugarla. ¿Por qué asignarle un valor ético o moral a una jugada? Por ejemplo, el fallecido GM Miles le jugó a Karpov con negras, 1. ... a6 (Campeonato Europeo 1980), e incluso, le ganó. Miles posteriormente explicaría que quiso sacar al excampeón mundial de una posible preparación y le funcionó. Pero si Miles no hubiese aclarado nada, ¿habría rozado la falta de respeto a una figura como la de Karpov? No lo creo, porque el británico no infringió las reglas del juego. Repito, asignarle un valor moral o ético a las jugadas me parece fuera de lugar...