A los cuatro años, Javier Habans (Pamplona, 2008) se presentó un día en el club deportivo Overena de su ciudad natal de la mano de su hermana mayor. Ella, dos años mayor que él, le había enseñado a jugar al ajedrez, y ambos querían profundizar en su afición. Javier aspiraba a seguir los pasos de la hermana que, dos años después, se proclamaría campeona de España. Desde el primer momento, el entrenador que dirigía aquel club, Jesús de la Villa, experimentado jugador y entrenador, vio en él «un potencial espectacular». Así comenzó esta historia de amor con el ajedrez, que alcanzó su punto álgido el pasado sábado. Habans se proclamó campeón del mundo sub-16 en Florianópolis (Brasil), una hazaña que ningún español había logrado antes. Los logros más cercanos fueron los de Francisco Vallejo (sub-18, en 2000) y Pedro Ginés (sub-14, en 2018).
Con cuatro años, tenía una enorme creatividad estratégica y una atípica comprensión del juego»
Jesús de la Villa
Entrenador de Javier Habans
«En 2014 fuimos al Europeo de Batumi porque su hermana fue campeona de España. Y con solo 6 años, Javier cuajó una actuación espectacular. Desde entonces, no hemos parado», relata a La Vanguardia Jesús de la Villa, recién llegado a España tras ganar el título. «Mirando hacia atrás, este Campeonato del Mundo representa la tranquilidad de que todos estos años de duro trabajo, con buenos resultados, han tenido un propósito», reconoce De la Villa. «Mirando al futuro, te da la oportunidad de pensar que puedes hacer más cosas. Te da esa moral e ilusión, pero no sustituye al trabajo. Hay que trabajar mucho para estar en la élite mundial», reconoce.
El Mundial te da moral e ilusión, pero no sustituye al trabajo necesario para llegar al máximo nivel»
Jesús de la Villa
Entrenador de Javier Habans
De la Villa vio en aquel niño de cuatro años «algo inusual», la capacidad de «entender cómo va a evolucionar el juego». Además, en posiciones que muchos consideran «no tener nada, él siempre encontraba la manera de crear cosas.» Según él, tenía «una enorme creatividad estratégica» y «una comprensión del juego que no es típica de los jugadores de su edad». Además, era capaz de «anticiparse a lo que pensaba el rival, algo que no hacen los niños pequeños». También, su «concentración y determinación para perseguir un objetivo con gran claridad».
Psicológicamente es muy fuerte. Si tiene un objetivo claro, hay pocas cosas que le aparten de él»
Jesús de la Villa
Entrenador de Javier Habans
El técnico navarro tenía motivos para creer que Javier podría lograr un éxito importante en Florianópolis; al fin y al cabo, era el quinto cabeza de serie. «Este año, tanto él como yo teníamos esperanzas porque le veía muy fuerte». Aunque reconoce que ganar fue «algo muy difícil». «Tienes que estar en forma, todo te tiene que salir bien y tus rivales no pueden estar tan inspirados como tú. Pero todo salió bien desde el principio».
Este año teníamos esperanzas porque lo veía muy fuerte. Todo ha ido bien desde el principio»
Jesús de la Villa
Entrenador de Javier Habans
El jugador comenzó el torneo, que se decide por un sistema suizo que lo hace completamente aleatorio, de forma intocable. En las seis primeras partidas no falló y ganó las seis. A partir de ahí, había que defender el buen resultado. Pero llegó la novena partida, en la que se encontró en una posición muy difícil. «Javier es muy fuerte psicológicamente, y si tiene un objetivo claro, hay pocas cosas que le frenen. En este torneo ha sido fundamental, porque en ese partido había una posición muy compleja, pero se repuso, se defendió de la mejor manera posible y no la perdió», explica el seleccionador.
Once veces campeón de España en diferentes grupos de edad y modalidades, oro como integrante del equipo rápido europeo sub-18 y bronce en la modalidad relámpago sub-16, Habans redondea un palmarés muy destacado que, para su entrenador, supone «una liberación, la tranquilidad de decir, estos diez años de trabajo han dado sus frutos. Había conseguido cosas, pero teniendo en cuenta su potencial, esperábamos que lograra algo así».
Sin embargo, De la Villa pide cautela con Habans, que actualmente estudia bachillerato y más tarde irá a la universidad. «Es muy difícil llegar a ser profesional. Hay que alcanzar un nivel de juego muy alto. Ahora mismo está clasificado entre los mil y pico, pero tendría que estar entre los 100 primeros para dedicarse profesionalmente». El siguiente paso es convertirse en Gran Maestro. «Un paso muy bonito porque requiere un nivel más alto. Este resultado le da la expectativa, la ilusión y la esperanza de lograr cosas mayores», desea.
Roberto Rodríguez
Sports Editor
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Roberto Rodríguez Díaz (Salvatierra de Miño, 1983) has a degree in Journalism (UPSA) and a master's degree in Journalism BCNY (UB-CU). He has worked in several media as a sports enthusiast (Cadena Ser, Punto Radio, Antena 3 TV,...