El Campeonato Centroamericano por Equipos de Ajedrez se disputó en El Salvador del 16 al 20 de noviembre del 2023 y contó con la participación de las selecciones femeninas y masculinas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica. Las competencias por equipos en ambas ramas se disputaron en las modalidades “blitz”, clásica, y rápidas.
La cosecha de medallas individuales por tablero de Guatemala fue la siguiente.
Selección Femenina:
Daniela Juárez (plata en blitz; plata en clásico; bronce en rápidas); Dairyn López (bronce en blitz); Fiorella García (bronce en blitz; oro en clásico).
Selección Masculina:
MI Wilson Lorenzana (oro en clásico, oro en rápidas); MI Carlos Juárez (oro en clásico); MF Sergio García Fuentes (oro en blitz; bronce en clásico); MF Gustavo Juárez (plata en clásico); MF Eduardo Gálvez (plata en blitz).
Los seleccionados masculinos también logramos obtener bronce por equipos en blitz durante el primer día de competencia.
Sin embargo, mi relato se centrará en el oro obtenido por el equipo guatemalteco en la modalidad clásica, ya que fue el principal logro de la delegación guatemalteca, y también porque la modalidad clásica ocupó la mayor parte de los días del torneo.
El día después del blitz iniciaron las hostilidades en el tablero a ritmo clásico. Nos sentíamos más descansados, con ganas de luchar, y de mejorar la actuación del blitz, ya que habíamos tenido algunas oportunidades que no aprovechamos al máximo. Hay que señalar que no competimos en las circunstancias ideales en el blitz ya que los directivos de la Federación Nacional de Ajedrez de Guatemala (FENAG) decidieron no invertir en nosotros pagando una noche adicional de hotel, ni en uniformes, ni tampoco en un transporte colectivo cómodo. Por lo anterior, llegamos a El Salvador el mismo día de la competencia blitz. El MI Carlos Juárez y yo llegamos más cómodos, ya que el MI Wilson Lorenzana tuvo la amabilidad de conducirnos en su carro.
Un aspecto fundamental para conseguir la victoria fue la unidad y la camaradería que tuvimos como selección masculina mantuvimos durante el torneo. Desde el primer día empezamos a comer juntos durante los 3 tiempos, buscamos apoyarnos y motivarnos al considerarlo necesario, y conversamos sobre las aperturas o defensas que jugaba determinado oponente que enfrentara a alguien del equipo. Estos detalles que podrían parecer irrelevantes para algún observador despistado, son en realidad vitales y favorecen la armonía del equipo.
Al iniciar el torneo, yo era el único de la selección masculina que no tenía una “chumpa” del uniforme de Guatemala que usaron en una competencia internacional de hace unos años, por lo anterior el MI Carlos Juárez tuvo la empatía de prestarme una extra que él llevaba. Por supuesto acepté, y a partir de ese momento llegamos a todas las rondas visualmente como un bloque, como un equipo.
La segunda clave fue la comunicación fluida que tuvimos para dialogar situaciones críticas que concernían al equipo. Hubo una relación de respeto entre todos los miembros del equipo, y el entrenador. Esto es valioso ya que brinda la posibilidad de expresarse libremente e invita a aportar ideas al equipo: desde variantes en concreto, hasta posibles alineaciones al enfrentar a otro combinado.
Finalmente fue idóneo que tuviéramos un objetivo en común: deseábamos ganar al menos 1 medalla de oro por equipos. La meta era ser campeones en al menos una de las modalidades. El equipo jugaba en representación de Guatemala, así que era el equivalente de afirmar… ¡Guatemala es Campeón de Ajedrez en Centroamérica!
El último día de la competición clásica le ganamos apretadamente a Nicaragua 2.5-1.5, pero felizmente cumplimos el principal objetivo de ser campeones. Todos estábamos muy felices. El oro colectivo representa el esfuerzo y aporte de todos los integrantes del equipo. También representan todas las horas de entrenamiento de cada uno. Incluso con un apoyo escaso de instituciones nacionales públicas y privadas, el equipo lo había logrado…