Es el mejor jugador que ha dado este país -está entre los 35 primeros del mundo-, y tras una vida pegada al tablero, el Gran Maestro Internacional aún quiere más.
Rusia ha dado grandes jugadores de ajedrez, como los históricos Anatoli Karpov y Garri Kaspárov o los actuales Yan Nepómniashchi y Serguéi Kariakin, pero el tablero geopolítico mundial está tan agitado últimamente que hasta la Olimpiada de Ajedrez que se iba a celebrar en Moscú en julio ha tenido que moverse a la ciudad india de Chennai. Si nada lo impide, es probable que hasta allí acuda el español Paco Vallejo, uno de los mejores ajedrecistas del mundo.
Nacido en Menorca, en 1982, ocupa el puesto número 33 en la clasificación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), con una puntuación de 2.704 en abril de este año. Para situarnos, Magnus Carlsen, número uno del mundo, acumula 2.864 puntos.
Para enfrentarse a los adversarios, Vallejo recalca las cualidades que distinguen a los mejores jugadores de ajedrez: "Buena lógica, capacidad de aprendizaje, concentración, ansia de victoria"
Vallejo, Gran Maestro Internacional, se ha mantenido entre los 50 mejores jugadores del planeta durante los últimos 20 años. Tras conseguir los objetivos que se había marcado en el Paterna, cuenta que se sintió "liberado" para aceptar la nueva propuesta a largo plazo que le planteó MyInvestor Stadium Casablanca, el club zaragozano patrocinado por el neobanco MyInvestor al que se incorporó en enero por tres temporadas.
Su vida ha estado vinculada al ajedrez desde niño. ¿Cuáles son sus primeros recuerdos de este deporte?, le pregunto. "Diría que ver a mis hermanos jugar con un pequeño tablero en Menorca, y a mi abuelo y a mi padre jugar entre ellos en Málaga", responde. Los éxitos llegaron pronto. A los 10 años logró su primer reconocimiento internacional, como subcampeón mundial en la categoría sub-10, en Milwaukee (Estados Unidos); y a los 16 años fue nombrado Gran Maestro, conviertiéndose en el español más joven que ha recibido esta distinción...